Es el país en el que más tiempo he pasado... ¡y el que menos entiendo! India es intensa cuando te sales de los lugares turísticos. Te da una buena hostia de realidad con la mano abierta cuando menos te lo esperas. India no es solo playa, templos de cuento en la montaña, yoga y meditación, sino también (o más bien) caos, estrés, pobreza e indignación.

Pero si hay una palabra que la define, a pesar de todo, esa es MAGIA. En el mismo campo visual pueden aparecer a la vez una vaca comiendo basura, un mono tocándole los cojones a un perro, un baba fumándose un porrazo y una familia ataviada en sus mejores galas echando ofrendas al río sagrado de turno. Y todo lo que te puedas imaginar en realidad, porque EVERYTHING IS POSSIBLE IN INDIA amigos. Como que aparezca en mitad de la noche en el desierto en que estás acampando una perra y la acabes adoptando. India, querida y a veces odiada. Casi año y medio repletos de tu inigualable cultura... Y mucho más. Sin duda, un capítulo importantísimo en nuestras vidas.