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Viajar con perro en Pakistán

Viajar con perro en Pakistán

Pakistán es uno de los países en que más tiempo hemos estado y que mejor conozco. Lo visitamos dos veces: una primera de un mes (noviembre de 2019) y una segunda de medio año (abril – octubre de 2021). ¿Y eso? ¿Por qué tanto? Pues porque nos quedamos atrapados por culpa del (o gracias al) coronavirus. Si bien muchos perros callejeros malviven y falta mucho por mejorar en materia perruna, sobre todo en ciertas provincias, vi otras cosas que sí me gustaron, incluyendo más amantes de los animales de los que mi mente estereotipada imaginaba*. Por otro lado, y a pesar de las dificultades –ausencia de infraestructura veterinaria, falta de comida de perro, garrapatas por doquier– considero que Pakistán es uno de los mejores países para viajar con perro. Mis perras no han sido más felices en otras montañas del mundo.


*El tema de los perros de la calle en Pakistán y otros países asiáticos tengo pendiente de contarlo en posts futuros.


TRAYECTO


Me voy a centrar en el trayecto de la segunda incursión en el país, pues fue más extenso y englobó además a casi todos los lugares visitados durante la ida (menos la zona de Swat). Esta no es la ruta exacta, sino adaptada para orientar a próximos viajeros. Nosotros en realidad hicimos y deshicimos el camino varias veces.


Amritsar (India) – Lahore – Islamabad – Peshawar – Charsadda – Chakdara – Timergara – Kumrat Valley – Dir – Ayun – Kalash Valleys (Birir, Bumburet y Rumbur) – Chitral – Chitral Gol NP – Buni – Sonoghor – Mastuj – Laspur Valley – Shandur Pass – Teru – Phander – Ghizer Road – Yasin Valley – Darkut – Ghakuch – Gilgit – Karakoram Highway (dirección norte) – Rakaposhi Basecamp – Karimabad – Attabad Lake – Passu – Borith Lake – Sost – Karakoram Highway (dirección sur) – Ganji y Mendi – Kachura – Skardu – Sarfaranga Desert – Deosai NP – Rama Lake – Astore – Nanga Parbat Basecamp – Chilas – Babusar Top – Naran – Siri Paye – Muzaffarabad – Murree – Islamabad (vuelta) – Lahore (vuelta) – Harappa – Multan – Bahawalpur – Derawar Fort (Cholistan Desert) – Sukkur – Larkana y Moenjo Daro – Karachi – Quetta – Baluchistan Desert – Zahedán (Irán)


DURACIÓN


6 meses y medio.


TRANSPORTE


Autostop


Viajar a dedo en Pakistán

La mayor parte del viaje por Pakistán fue a dedo. Para mi grata sorpresa fue uno de los países más fáciles para hacer autostop con perro, siendo los tiempos de espera siempre (o casi siempre) cortos. Gracias a la hospitalidad y generosidad del pueblo pakistaní pudimos recorrer la geografía de este hermosísimo país. Mención especial a camionetas y camiones, con los que hicimos cientos de kilómetros disfrutando de las alucinantes carreteras y paisajes que las rodean. Además, en diversos tramos hicimos grandes amistades que nos llevaron a conocer sus poblaciones, tesoros naturales y, en definitiva, su cultura grandiosa. Por eso me gusta tanto viajar a dedo.


Nota. Incluso los pocos trayectos que hicimos de otra forma deberían contar como autostop, pues fue la policía la que directa o indirectamente nos llevó (ya fuese en sus camionetas u obligando a un autobusero a llevarnos).


Pickups militares


Ride con escolta pakistaní

En Pakistán hay zonas en las que los extranjeros solo podemos circular de la mano de camionetas militares (en otras directamente no podemos ni entrar). La situación es cambiante, pero esto podría ocurrirte en gran parte de Baluchistán, algunos territorios de Khyber Pakhtunkhwa (KPK) y otros tantos de Sindh y South Punjab. Es particularmente conocida (y épica) la entrada (o salida) por la frontera con Irán. En la Taftan Border hay convoys esperando a los pocos viajeros de fuera que nos adentramos en estas tierras inhóspitas para llevarte un “tramo” de 600 km por el desierto hasta la capital de Baluchistán, Quetta. Aquí te montan en un tren que te sacará de la provincia. Nosotros además pasamos una semana y pico escoltados entre los distritos de KPK de Dir y Lower Chitral porque nos hicimos famosos XD. ¡Para saber más hazte con el tercer libro de El Pekín Express Canino!


Dos apuntes en relación a las pickups militares: uno, si vienes con vehículo propio ellos mismos te escoltan; dos: si vienes con perro no habrá problema. Pudimos montar los tres en dichas camionetas.


Bus y tren


En un tren pakistaní

Si las cuentas no me fallan fueron un total de seis autobuses y dos trenes. Salvo un par de autobuses que los cogimos por voluntad propia, en el resto de transportes públicos nos obligó a subir la policía. Aunque no siempre les hizo gracia a los conductores y pasajeros, lo bueno de Pakistán (e India, añadiría), es que son muy tolerantes, en especial con los que venimos de fuera. Es decir, si quieres viajar en bus con tu perro por Pakistán seguramente lo consigas, luchándolo más o menos. Quizá tengas que pagar algo más, pero aun así es muy barato.


La Garrapata (furgo de unos españoles)


Con Siguiendo al Sol y su Garrapata

En el viaje de ida conocimos al trío de @siguiendoal_sol, conformado por dos andaluces y su perrita Sasha, que nos acogieron de buen grado en su camper. Con ellos recorrimos desde Islamabad hasta Swat Valley y Besham.


Otras formas que no utilizamos


Vehículo de alquiler. Muchos viajeros rentan una moto para explorar Pakistán. Con perro no es viable (¡a menos que sea muy pequeño y te quepa en la mochila!), pero imagino que habrá algunas agencias de coches también. Islamabad o Lahore deberían ser a priori las ciudades donde más opciones haya (Karachi quizá también, pero está muy lejos del norte).


ALOJAMIENTO


Camping libre


Acampando con mis perras en Borith Lake, Pakistán

Tiramos mucho de tienda de campaña por dos razones. Uno, cuando se viaja en autostop con perro(s) te aseguras de tener un techo donde pasar la noche, en caso de no encontrar nada o quedar varado en alguna carretera remota. Dos, nos encanta acampar en la montaña y Pakistán tiene tres grandes escenarios: el Himalaya, el Karakoram y el Hindu Kush. Pernoctar bajo las estrellas en semejantes ríos, lagos y bosques es insuperable. Además, hicimos muchas rutas, algunas de varios días legendarias, como en Chitral Gol, el campo base del Rakaposhi y el campo base del Nanga Parbat, cosa que sin la tienda no hubiésemos podido hacer. Está permitida la acampada libre y me pareció muy seguro, incluso en ciudades y pueblos. Sin embargo, en estas últimas no será nada fácil: la población de turno insistirá en llevarte a sus casas para que seas su “special guest” (ver más abajo). En el poco probable caso de que consigas tu objetivo de dormir en tu tienda y ahuyentarles, no te extrañe que algún que otro vecino (por no decir toda una manada) te visite por la noche o a la mañana siguiente para traerte la cena o el desayuno. También acampamos en el mismo control fronterizo entre Irán y Pakistán y había mogollón de gente haciendo lo mismo.


Camping oficial


Acampando en Fairy Meadows, Nanga Parbat

No hay muchos campings en el país. De hecho nosotros no vimos ninguno como tal, pero sí acampamos en el terreno de alguna guest house. Nuestras experiencias: The White Rock Guest House (Buni), Al Salah Hotel (Mastuj), Rajbeer Guest House (Phander), Fort Hotel (Yasin). También acampamos en los jardines de una guest house en Kachura y de otra en el valle kalashi de Bumburet, pero no recuerdo los nombres. Es una buena opción para conectar con otros viajeros (casi todos locales) y además suelen dejarte usar las instalaciones comunes, incluida la cocina.


Nota. En Pakistán muchos viajeros se enferman con el agua y la comida local. Disponer de una cocina más allá de un camping gas con el que puedes hacer cosas muy básicas es para celebrarlo.


Couchsurfing espontáneo


Amigos pakistanís, Couchsurfing espontáneo

Pakistán junto a Irán es el país más hospitalario en que hemos estado, lo cual se refleja en la cantidad de hogares en que entramos. A pesar de ir con Cocaí y Chai nos abrieron las puertas de sus casas infinidad de personas y familias. Pero lo más increíble de todo es que luego no nos dejaban irnos! Hubo una familia que me escondió la mochila y todo. En varios hogares estuvimos más de una semana, y en una en concreto sobrepasamos el mes. La lista de ciudades en que nos hospedaron sin conocernos: Charsadda (Shiraz), Chakdara (Rasheed), Timergara (Osama), Ayun (Hilal), Chitral (Adnan), Buni (Anwar), Sonoghor (Mehtab), Phander (Sartaj), Gilgit x 2 (Imtiaz; Shahzad), Islamabad (Kashif), Muzaffarabad (Fahim), Bahawalpur (Iqbal), Lahore (Basit), Karachi (Alina) y Quetta (Atau Rehman).


Couchsurfing normal


Couchsurfing en Lahore

Hicimos un par de veces, a la ida: en Islamabad tres noches y en Lahore dos, con nuestro querido Adeel. Nuestros “hosts” no pusieron pegas con la entrada perruna en sus casas. Aunque apenas lo utilicé, no me cabe duda de que Cochsurfing funciona bien porque Pakistán es, junto con Irán, el país que más ama a los extranjeros. Sin perro obviamente será más fácil, pero con perro se puede también.


Refugio de perros y hotel canino


Lucky Animal Protection Shelter, Peshawar

En nuestros viajes me gusta visitar asociaciones y protectoras de perros. Lucky Animal Protection Shelter, en la ciudad de Peshawar, es el único refugio en toda la provincia de KPK. Nos quedamos una semana, acampando entre perros majísimos. Además, en nuestra última visita a Lahore no teníamos donde quedarnos, pues mis amigos que nos habían hospedado no estaban en la ciudad, y un hotel de perros a punto de inaugurarse llamado Benny’s Pet Lounge nos abrió las puertas de sus instalaciones para pasar varias noches. No existe un pueblo más altruista que el pakistaní.


Comisarías


Acampando en Gahkuch Police Station

Es frecuente que la policía pakistaní, velando por nuestra seguridad (y los posibles daños de la imagen del país), pida amablemente a los foráneos que les sigan a sus cuarteles para pasar la noche. Nosotros dormimos en comisarías en varias fases del viaje. Varias noches en el susodicho viaje atravesando el desierto de Baluchistán entre la frontera con Irán y Quetta; en la ciudad de Gahkuch (estábamos acampando junto al río y nos obligaron a ir con ellos); a las afueras de la ciudad de Gilgit, también obligados; en Chilas y Sost (forzados acampando enfrente) y en el cuartelito de Raikot Bridge, en el desvío al trekking del Nanga Parbat (única vez por voluntad propia). Además, en otros puntos del itinerario, si bien no dormimos en las dependencias de la policía, sí tuvimos el “privilegio” de ser custodiados por algún que otro agente. Acampando en un enclave natural, como en un trekking que hicimos por Kumrat Valley; en una habitación, como en Larkana y Sukkur, ciudades de Sindh en las que la policía nos obligó a quedarnos en un hotel; en la casa de locales, como la de un chico en Bahawalpur y la de una familia en Timergara; en un yacimiento arqueológico, como cuando fuimos a visitar Harappa y no nos dejaban acampar en las inmediaciones.


Nota. Si bien algo pesado y frustrante, no es tan duro como suena. Y es que de todos los cuerpos policiales y militares que he conocido, los de Pakistán son los mejores. Son súper simpáticos y campechanos (todo lo contrario a los de las vecinas Irán e India), al menos con los extranjeros. Hice buenos amigos, con algunos de los cuales mantengo años después el contacto por WhatsApp o Facebook.


Habitaciones


Hotel dogfriendly en Pakistán

Quitando las ciudades grandes y más tradicionales, donde encontrar una habitación que admita perros es misión imposible, en las zonas rurales e incluso poblaciones medianas será relativamente fácil que os acepten. Nosotros dormimos en habitación en los siguientes lugares: Islamabad (cinco noches), Astore (seis), Passu (dos), Ghakuch (una), Teru (una), Karimabad (tres) y Sukkur (obligados por la policía). En Larkana también dormimos una noche en un hotel, pero lo pagó la policía porque nos hicieron una jugarreta en la que no quiero entrar en detalle (¡descrito en el libro!). Además en Naran y Siri Paye nos invitaron unos chicos punjabis que estaban de road trip y nos llevaron varios días en su coche. De todos estos alojamientos solo voy a recomendar los que aceptaban perros de por sí, los que no pero no opusieron mucha resistencia, los afortunados que no tuvieron que cerrar después del covid… y los que no tenían colonias de chinches en la cama. Siento no poder ayudar más:


Rbhram Restaurant en Passu

Karim Guest House en Ghakuch

Green Place Hotel en Sukkur


LOCALES DE COMIDA Y OTROS ESTABLECIMIENTOS


Reponiendo fuerzas en un negocio en una calle cualquiera de Pakistán

Lo que me encontré en Pakistán es que es más fácil salir a comer con tu perro que en España. No porque haya muchos restaurantes dogfriendly, sino porque hay multitud de negocios familiares y puestos callejeros… y son muy tolerantes. Obviamente dependerá del dueño y del tipo de establecimiento, pero si no os dejan en uno seguramente lo consigáis en el siguiente. Como suele ocurrir, es más complicado en ciudades que en zonas rurales. En el peor de los casos apañarán algo porque, como digo, nos tratan de diez a los de fuera. Por ejemplo, te podrán sacar una mesa a la calle o, si se trata de un patio, te podrán decir que ates a tu perro a un árbol alejado de las mesas. La comida en Pakistán es muy barata.


Nota. Una aplicación de servicio de comida que conocí al final del viaje: Food Panda.


TURISMO CON PERRO


Pakistán es un país maravilloso para viajar con perro. Como he avanzado al principio del post, se pueden hacer muchas cosas con ellos que, además, son sus favoritas. Es decir, (prácticamente) toda la naturaleza que quieras. Pero además también se pueden visitar un puñado de lugares de gran riqueza histórica con nuestros perros. Siendo razonables, claro: no esperes entrar en mezquitas o palacios de ciudades como Lahore, Islamabad, Peshawar o Multan.


ÁREAS DE VALOR NATURAL Y/O GEOLÓGICO


Rakaposhi trek con perro

Empiezo por lo que no se puede visitar de naturaleza porque acabo antes. Solo nos pusieron problema en tres parques nacionales: Chitral Gol NP, Deosai NP y Khunjerab NP (frontera con China). Aun así, normativa en mano, en Pakistán las cosas se pueden hablar y posiblemente te acaben dejando. En los dos primeros le eché morro para poder acceder con ellas (en Chitral Gol dije que soy biólogo y estaba haciendo un estudio de la flora y fauna). Sin embargo, en el tercero, en el cual no pretendíamos adentrarnos, pues solo íbamos a atravesarlo para llegar a la frontera con China, no hubo manera. El resto de lugares los disfrutamos juntos, incluyendo el trekking al Rakaposhi basecamp, el trekking al Nanga Parbat basecamp, el valle de Kumrat y el Yasin Valley, el Sarfaranga Cold Desert en Skardu, lagos como el Borith Lake, Rama Lake y Phander… Solo una advertencia: hay depredadores peligrosos en las montañas, así que mucho ojo siempre, especialmente por la noche.


Nota. Las Margalla Hills, montañas por detrás de Islamabad, en teoría no se pueden visitar con perro, pero hay muchos caminos.


YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS


Mohenjo Daro con perro

Pudimos visitar dos maravillosos sitios arqueológicos de la Civilización del Valle del Indo: Harappa y Moenjo Daro. No tengo claro si se puede realmente, pero a nosotros nos dejaron. También Cocaí y Chai entraron en Derawar Fort, una fortaleza en ruinas del siglo IX en el desierto de Cholistan.


PAPELES


A nosotros no nos pidieron papeles perrunos a la ida (entrando desde Irán), pero sí a la vuelta (entrando desde India). Tenía todos los documentos en orden en ambas ocasiones y pudimos cruzar sin problema.


¿Qué se necesita para viajar a Pakistán con perro?


Por tierra:


  • Pasaporte o cartilla con la vacuna de la rabia en vigencia

  • Certificado de salud de un veterinario


Además, es muy recomendable:


  • El microchip, pues aunque no te lo pidiesen en Pakistán, para volver a Europa es obligatorio.

  • Otras vacunas (polivalente, para combatir virus letales como el parvovirus).

  • El Rabies Titer Test. Supuestamente te lo van a pedir en Europa (aunque a mí no me lo pidieron en Bulgaria a la vuelta).


Por avión:


Suelen ser más estrictos y yo me pondría en contacto con el servicio de agricultura y ganadería de Pakistán y/o la Embajada de Pakistán de tu país de origen. Seguramente baste con llevar todo lo anterior expuesto, pero hay países que tienen requisitos adicionales.


En cualquier caso, cada vez que llego a este punto de "MI EXPERIENCIA PERRUNA" en un país concreto, siempre recuerdo que esto no es un blog especializado en documentación canina y que se debe consultar al citado servicio de agricultura y ganadería correspondiente, además de otras webs que estén más actualizadas (estos requisitos pueden cambiar de un año para otro). Una muy completa es esta: Pakistan Pet Passport - Current Dog and Cat Import Requirements (pettravel.com)


VALORACIÓN


Estuvimos viajando más de medio año en Pakistán, fundamentalmente moviéndonos en autostop y durmiendo en tienda de campaña y en casas de gente local. La conclusión principal (y más bonita) es que el pueblo pakistaní se vuelca con el viajero y, en este caso (y me alegra mucho decirlo), también con sus perros. En ningún país nos han tratado mejor, con el permiso de Irán y Turquía. Sin ser un país con infraestructura dogfriendly, gracias a la bondad y tolerancia de sus gentes, Pakistán resultó ser uno de los países donde más fácil me resultó viajar con Cocaí y Chai y, además, uno de los que más disfrutamos los tres, gracias a sus bellas montañas. Por tanto, no puedo más que recomendarlo a futuros viajeros perrunos.


Sarfaranga Cold Desert

Los dos grandes obstáculos de todo gran viaje con perro: el desplazamiento y el alojamiento. Yo siempre recomiendo viajar a dedo porque te lleva a vivir aventuras y conocer gente maravillosa (más aún si cabe en semejante país), pero entiendo que no sea para todo el mundo. Para aquellos que no quieran una aventura autostopista está la opción de buses, minubuses y trenes. Como viene siendo la norma, en Pakistán es complicado viajar en transporte público en compañía perruna, pero es más fácil que en otros países gracias, por un lado, a esa hospitalidad y tolerancia característica y, por otro, a ese espíritu compartido con los indios en el que todo tiene cabida.


Viajando con mis perras en el techo de una van, Pakistán

En cuanto al alojamiento, puedes valerte de distintas vías: camping (si llevas tienda), habitaciones, Couchsurfing… además de alguna que otra casa local a la que seguro que te invitarán. En Pakistán la acampada libre está autorizada en prácticamente cualquier sitio: en la montaña, en el desierto, en gasolineras, en el parque de un pueblo, enfrente de una comisaría… Como siempre, una tienda es el mejor consejo que puedo dar para cualquier destino perruno: estará ahí para sacarte de un apuro en una situación difícil (por ej si no encuentras nada en la ciudad) y te dará libertad para irte unos días de excursión al monte o a donde sea. Nunca me sentí en peligro acampando en territorio pakistaní. En todo caso me sentí arropado por sus habitantes.


Acampando junto a la Karakoram Highway

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El Pekín Express CaninoEn marzo de 2019 mi perra Cocaí y yo salimos de Madrid con una mochila, una tienda de campaña y una misión entre ceja y ceja: llegar a China a dedo. Cuando andábamos en India hizo entrada en escena un "pequeño invitado" que puso el mundo patas arriba, incluido nuestro viaje. Tres años después volvimos a casa con un camino plagado de aprendizajes, aventuras, seres maravillosos... y una perra nueva: Chai :-) Más info sobre este libro, en realidad trilogía, aquí.

La Reina Leona. Un cuento ilustrado basado en una historia real de una perra que conocí durante la pandemia en India y con quien formé un vínculo muy especial. Puedes conseguirlo aquí.

Diarios de viajes por Sudamérica y Norteamérica. Estos dos libros cuentan, a modo de diarios, mis primeros años como mochilero, incluyendo el encuentro con Cocaí en Bolivia y todas las aventuras vividas con ella. Hago especial énfasis en la conexión con la naturaleza y las personas que nos brindó el camino. Leer más aquí.

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Somos Rober, Cocaí y Chai, tres amigos de tres naciones distintas que recorren el mundo en autostop. Desde el año 2013 hemos hecho tres grandes viajes: Sudamérica, Norteamérica y Asia. Nuestra próxima aventura es África. El objetivo principal de este blog es animar a otras personas (¡y perros!) a lanzarse también a conocer los bellos rincones y culturas que nuestro planeta atesora

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La trilogía más esperada desde el Señor de los Anillos

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El Pekín Express Canino, portada
La Reina Leona, portada
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Diario de Viajes por Sudamérica, portada
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El Pekín Express Canino

En marzo de 2019 mi perra Cocaí y yo salimos de Madrid con una mochila, una tienda de campaña y una misión entre ceja y ceja: llegar a China a dedo. Cuando andábamos en India hizo entrada en escena un "pequeño invitado" que puso el mundo patas arriba, incluido nuestro viaje. Tres años después volvimos a casa con un camino plagado de aprendizajes, aventuras, seres maravillosos... y una perra nueva: Chai :-) Más info sobre este libro, en realidad trilogía, abajo.

La Reina Leona

Un cuento ilustrado basado en una historia real de una perra que conocí durante la pandemia en India y con quien formé un vínculo muy especial. 

¡Disponible también en inglés!

Diarios de Viajes por Sudamérica y Norteamérica

Estos dos libros cuentan, a modo de diarios, mis primeros años como mochilero, incluyendo el encuentro con Cocaí en Bolivia y todas las aventuras vividas con ella. Hago especial énfasis en la conexión con la naturaleza y las personas que nos brindó el camino. 

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